Editorial: DC
Año: 2009
Guion: Geoff Johns
Dibujo: Gary Frank
Reseña: DeCultoWeb
La mayoría de los personajes del cómic mainstream norteamericano, específicamente del cómic de superhéroes, conviven con la ardua tarea (mas bien sus autores) de estar reinventándose continuamente. Esta característica podría ser saludable entendida desde el punto de vista de subir la apuesta con las historias o explorar temáticas impensables en otras épocas. Sin embargo, en el caso de los superhéroes yanquis, es mucho más literal: hay que resetear, o reiniciar, o recontar al mismo personaje con más o menos las mismas características cada tantos años. Los motivos de esta necesidad son obvios, personajes con mas de 80 años siendo leídos por lectores jóvenes que podrían “no entender” un cómic de hace 30 años, deben ser aggiornados a los tiempos que corren.
Lo que nos lleva al caso en cuestión: Superman. Ni más ni menos que el primer superhéroe de todos. En el año 2009, la editorial DC decide volver a pasar en limpio el origen del personaje. Algo que resultó llamativo en su momento, porque eso mismo se había revisado no mucho antes en el año 2003, cuando se editó Superman: Birthright. Pero las crisis, multicrisis, y cambios de continuidad que cada vez ocurren más seguido en el universo DC (repletas de contradicciones) obligan a estos ejercicios una y otra vez.
Llegados a este punto, la critica a Superman: Secret Origin como cómic en si mismo se termina mezclando (y empastando) con los motivos de hacerlo. Así que mejor ir por partes.
Superman: Secret Origin es un buen cómic de iniciación, planteando de manera ágil los 5 o 6 puntos que hay que saber para empezar a leer a Superman, lo que lo convierte en una lectura sencilla y recomendable para los que están por meterse en este mundo (la típica… ”¿Y por donde empiezo?”). A su vez, a ojos de los “iniciados”, se puede ver un cuidado por sacar y meter en continuidad lo justo y necesario para lograr la coherencia de aquella época (valga decir que hoy, 10 años después, esto ya está fuera de continuidad).
Los amantes del origen planteado por John Byrne en los 80, verán con extrañeza la reincorporación de conceptos como Superboy o Krypto al pasado del personaje, aunque tratados con cariño y sana ironía. Y en esa misma tónica, muchos conceptos que vuelven a ser parte de la mitología de la mano de Geoff Johns: Clark Kent torpe, La legión de Superhéroes, Lex Luthor nacido y criado en Smallville, etc. A fin de cuentas, podría decirse que de eso se trató este cómic. Mientras Byrne entendió en 1986 que había que barajar y dar de nuevo, Geoff Johns trae todos aquellos conceptos ridículos pero entrañables de la edad de plata, y los pone con cuidado en una posición apta para el siglo XXI. Mención aparte para el trabajo de Gary Frank al frente de los dibujos. Una maravilla absoluta desde el realismo, transmitiendo perfectamente el aura de cada personaje y con un detalle que a nadie debe pasar desapercibido: Christopher Reeves en el papel de Superman. Debió ser una complicación para el dibujante poner el rostro del actor en cada una de las viñetas (no sabemos si por decisión propia, del guionista o de la editorial) en lugar del rostro random que suele tener Superman.
Pero resulta un guiño más que agradable, y muy a tono con la nostalgia que despide todo el cómic.
Con todo lo destacado que es artísticamente, los motivos de la existencia de este comic vuelven a empantanar el asunto. ¿Es muy difícil de leer para un chico de hoy The Man of Steel de John Byrne (1986)? ¿Superman Birthright (2003)? ¿Tantas cosas “fundamentales” cambiaron para revisitar otra vez el origen, que encima, como ya dijimos, tampoco es el último? Tal vez la editorial deba plantear un único origen canónico definitivo y no tocarlo nunca más. O Tal vez no. Tal vez las líneas fundamentales siempre están planteadas, y no hay que asustarse por los cambios “cosméticos” que plantea cada autor. En ese sentido, por ahí el mejor origen de Superman que se haya escrito se encuentre en la primera pagina (si, solo una página) de “All Star Superman” de Grant Morrison con todo lo necesario resumido en solo la siguiente leyenda:
“Planeta moribundo.
Científicos desesperados.
Última esperanza.
Pareja bondadosa."
Reseña publicada previamente en:
De Culto Web
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